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Escritos y reflexiones sobre poesía y literatura.

Puñal

Junio 13, 2017

Y el puñal fue directo a tu pecho. Te marcó por dentro, por fuera, por sangre y por carne. Te quedaste muda, imaginaria, perfecta con la luminosidad del momento. Intentaste morir, pero descubriste que para ti no era posible, que esa maldición en ti no tenía efecto. Como un maleficio fonético o una sinfonía condenada a ser oída una y otra vez, se cerraba la herida, desaparecían las siete puñaladas de tu inusual cuerpo.

1980.59 gran interior paddington

(Gran interior, Paddington, Lucian Freud)

La sangre volvía a su órgano primigenio, se recogía, se iba a dormir y a meditar. La carne se apretaba contra la carne, contra los huesos, la piel, cerrando en ti todo el recuerdo de dolor. No quedaba nada, nada parecía haber ocurrido en esos siete minutos de tu vida.

Y todavía, después de siete intentos, te continuabas maravillando de la recuperación, del instante mágico, del casi milagro.

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